Un nuevo comienzo — Parte 7

Difunde el MDC

En la penumbra solemne de la sección PRÓCERES Y LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES A AMÉRICA del MUSEO DE HISTORIA DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, Teo Aukan ve volvió hacia atrás por ese zumbido y el fulgor del artefacto antiguo, se detuvo de nuevo frente a una vitrina que resguardaba el astrolabio de Fernando de Magallanes.


El brillo metálico del instrumento, desgastado por los siglos, parecía emitir un fulgor hipnótico que atrapó su mirada.
Teo, descendiente del pueblo mapuche, recordó las historias que su abuelo Eluney le contaba sobre el Gran Toki Lautaro y la resistencia indígena frente a la conquista.


Sentía una mezcla de admiración por los próceres argentinos y una profunda tristeza por el sufrimiento de sus antepasados. Su linaje no era un dato, era una herida abierta en el corazón de la historia.

Al acercarse más al astrolabio, una luz intensa lo envolvió, y el mundo a su alrededor se desvaneció.


Se encontró en un lugar desconocido, una versión distorsionada de Buenos Aires apocalíptico, EL BARRIO DE PALERMO donde esta “EL PLANETARIO”, el cielo tiene bólidos tonos violáceos que caen encendidos al suelo y las estructuras de edificios como otras viviendas parecían hechas de cristal líquido de colores naranjas.


Había ingresado sin saberlo al CRISTALVERSO PRIME.

¡Teo, despertá, Bro! — la voz retumbó como un trueno en su pecho.

(Teo se da vuelta con los ojos como platos, la respiración entrecortada.)

¿Quién sos? ¿Cómo sabés mi nombre? —pregunta, retrocediendo un paso, desconcertado.

Una figura emergió de las sombras: tenía el rostro marcado por cicatrices que no eran de guerra, sino de tiempo y dimensión. Su mirada ardía con conocimiento prohibido.

Me llaman “Tempestad Oscura”. No tenés que conocerme… todavía. Pero yo a vos sí. No sabés lo que sos, pero lo vas a recordar.

(Teo lo observa en guardia. El paisaje titila. Algo dentro suyo vibra.)

¿Recordar qué?

Que vos no sos solo Teodoro Aukan N’Guillan , el pibe que va a la escuela de chetos, en Recoleta. Sos el heredero del dios Illapa, el segundo Centinela Etheralis. Tu cuerpo es joven, pero tu alma es un río milenario. Sos el avatar del Glitcher Specter. Sos el Cuervo Azul, y en vos se enciende la chispa del fin y del principio.

(Teo traga saliva. Está pálido.)

Estás flasheando cualquiera. Yo no soy ningún… Illapa, ni tengo un… ¿Specter qué?

Mirá a tu alrededor señaló Tempestad . Esto no es la Tierra. Esto es el Cristalverso Prime. Acá los recuerdos se doblan, los tiempos se pisan, y vos tenés que decidir si seguís dormido o te despertás.

De pronto, sin aviso, una silueta cálida apareció detrás de Teo. Sus ojos tenían la ternura de los atardeceres de verano.
Era él. Miqueas.

Mi amor, mi amor de tantos mundos y de este mundo —susurró Miqueas, con voz que acariciaba.

(Teo se quedó helado. Una lágrima invisible le cruzó el rostro.)

¿Miqueas? — musitó.

(El silencio los envolvió como un manto, mientras Tempestad Oscura observaba en la distancia, sin intervenir.)

Miqueas se acercó y le tocó el pecho.

Ya lo vas a entender, custodio del Gran Regente Índigo. Yo también estoy atrapado en esta realidad de pesadilla sin salida. Pero vos podés cambiar el destino de varios mundos. Tu hermano Trevor, el Exe-Phantom, está viniendo. Nosotros te necesitamos Kalfu caw” .

Pero… yo no entiendo nada. ¿Dónde estoy? ¿Quién me está soñando? ¿Estoy loco?

(Tempestad se acercó una vez más. Su voz se volvió grave, como una profecía.)

Estás despertando tus habilidades como semidios. Y eso es más peligroso que estar dormido. No dejes que Multus gane. No dejés que el se apodere de tu hermoso corazón. Tu abuelo Eluney, tu tribu, tus ancestros… todos lucharon para que este momento llegara.

—¿Y qué tengo que hacer?

Recordá. Protegé. Escucha a los Maestros Índigos cuando vengan a entrenarte para enfrentar unas sombras peligrosas que amenazan toda la vida creada.

El Cristalverso Prime y otros CristalVerso necesitan su Centinela Etherials osea tú chabón. Y nosotros, tus soldados… te necesitamos, Gran protector del “Glitcher Specter”.

El mundo comenzó a distorsionarse.Todo lo que era vívido se tornó opaco. Un zumbido ancestral perforó el aire y volvió en si en el baño del Museo. Al salir se le acerca alguien por la espalda diciendo:

Pibe, ¿estás bien? ¿Querés que llame a alguien?

Teo abrió los ojos. Frente a él, un señor mayor de maestranza, con sorpresa le dice al joven desorientado. —¿ Cómo te llamas y dónde está el continente en qué venías?

No lo sé — dice el joven lavando su rostro para poder volver en sí mismo. — Me llamo Teodoro Aukan N’Guillan , soy estudiante del Colegio School New Leaders for Argentine.

Si viniste muchacho, con esos mocosos ricos engreídos , tienes tiempo está tu grupo con el guía Sebastián Argüello que es historiador y estan en el ala sur donde está la historia de la independencia del país , es la Sala D. ( El hombre , lo mira con desdén porque piensa que Teo está drogado).

¡Gracias, Don! , se despide y corre con prisa hacia donde está su grupo. — De nada pibe , suerte ( el hombre piensa para si está generación de pendejos están en cualquiera)

Teo llega justo a tiempo a la Última sala antes de partir y Miqueas qué sé percató de su ausencia le pregunta : — ¿ Dónde andas man?. Teo lo abraza con lágrimas , para sorpresa de Miqueas y le dice susurrando al oido a este — En un lugar de pesadilla peor a la peli de It y no estaba el payaso Pennywise, solo que estaba vos eso , me consoló bro. ¡Cálmate Teo, no sé qué te paso pero ahora estás acá a salvo! , después hablamos negri…

Si , oka ¿ Tu viejo pasa a buscar a salir del College?, ( pregunta aún Teo consternado por su visión de un futuro distópico lejano) — Si obvio man como siempre, tranca y después me vas decir que mierda te paso , pues estás pálido mal … — Te prometo Mik que te digo la posta.

Ambos jóvenes regresan con sus compañeros y profesora de curso sin mencionar nada de lo sucedido.

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